Psicoterapia infantil
- Ansiedad (excesiva angustia, insomnio, preocupaciones...)
- Dificultad para reconocer o gestionar emociones
- Negativismo desafiante (muy rebeldes o tercos, discusiones frecuentes con los adultos, negación a obedecer las normas, ...)
- Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (dificultad para mantener la concentración y mantener la atención, la dificultad para controlar el comportamiento y la hiperactividad o sobre actividad)
- Trastornos de estado de ánimo o depresión (pérdida de interés y sentimiento persistente de tristeza, irritabilidad, llanto muy frecuente...)
- Problemática relacional (en los diferentes ámbitos donde interactúa, incluyendo la timidez extrema, miedos a interactuar, o hacerlo de forma agresiva o pasiva, ...)
- Miedos incapacitantes (a la oscuridad, a la ansiedad de separación de los padres, a la muerte, a los animales...)
- Procesos de separación o divorcio
¿Cómo se pueden presentar
estos síntomas?
Las patologías y problemáticas que nos generan sufrimiento y que pueden llevarnos a iniciar un proceso de psicoterapia pueden ser diversas y variadas.
Estos bloqueos o molestias se pueden presentar mediante varios síntomas, que pueden ser psicológicos (ansiedad, depresión, trastornos de estado de ánimo, compulsiones, trastornos alimenticios, miedos o fobias, adiciones o dependencias, impulsividad, falta de atención, inseguridad o baja de autoestima, bloqueo mental, inseguridad...), físicos (somatizaciones, insomnio, cansancio, síntomas relacionados con el estrés, bajada del sistema inmunológico...), y relacionales (problemas de comunicación o aislamiento, tensión o conflictos relacionales, moobing o bullying...).