Finalmente, pero por motivos organizativos, terminé trabajando en entornos corporativos desempeñando un rol de psicóloga de organizaciones gestionando departamentos de recursos humanos y varios equipos, durante una etapa extensa de mi trayectoria laboral. Aunque me daba cuenta de que no eran malos trabajos y que socialmente eran muy bien recibidos, mi misión más vital no era realizada, y solía rondarme cierto estrés, angustia y un vacío existencial que aparecía periódicamente. Después de varios golpes y errores, y con un último tropiezo, no me quedó más opción que mirar de frente a la realidad y empezar a tomar decisiones vinculadas con el emprendimiento, configurar una nueva vida donde hacerme cargo y atender la llamada de mi propósito,  el latido primordial.